dimanche 24 mai 2009

Poemario: El exilio de la cigüeña

El hogar de las voces

La vida se vive viviendo, sólo la poesía es y será su huella. Llega para embellecer días de lluvia, para acallar lo dicho que nada dice y para sustentar valores que nos permiten ser humanos.

En efecto, no es por tanto andar que construímos más camino. Mis senderos han sido de dolor y alegrías, de exilios y encuentros, de amores y desamores, de distancias cercanas o de soledades acompañadas. En cada rincón he tratado de sembrar metáforas. A veces han florecido destellos de sabiduría.

Sobre la piel de los días habla mi historia, posee tantas sonoridades como ritmos universales. Recuerdo cuando viajé por la Amazonia venezolana, en piragua por el río Carrao. Una infinidad de pájaros salvajes, papagayos y cacatuas bailaban en la constelación de la naturaleza...y mi pensamiento derivaba hacia el sentido de la existencia, hacia el hogar de las voces: color y ritmo adornan el espíritu, más allá de toda indolencia.

Todo es palabra. Ritmos clásicos o sonoridades que nos permiten escuchar lo cotidiano. ¿Cómo no sentir ? Si todo fuego perdura es porque se enciende con la chispa del pensamiento. Cada persona construye su historia, la busca y la define. Bien o mal, nada puede detener el clamor de las vidas.

Yo voy y no me detengo, continuo mi camino, porque caminar es percibir y afirmar la existencia, es construir un puente entre lo íntimo y lo exterior en torno a una dialectica cosmogónica. Asi he aprendido a escuchar, plenando mis respiraciónes. Siento la palabra como labios besando la hostia del destino. Mis pasos van dejando huellas que no me pertenecen: son de todos y cada uno de los que sueñan conmigo.

Porque para llegar a ser uno mismo, debemos aceptar la soledad, recorrer aguas profundas y desconocidas, atravesar desiertos y sobre todo, sentir la compañía de quienes nos acompañan con sus vidas y sus muertes. En los ojos de la memoria se abriga el verbo. Pero silencio no quiere decir olvido : sólo rememoranzas sin ecos, con sus interrogaciones, sorpresas o nuevos misterios.

Nada detiene la fluidez de los ríos, cuya marcha es inexorable hacia su destino final : reunirse con aguas de océanos hasta evaporarse en el anonimato más silencioso. Por ello, no olvidemos las raíces ni las vertientes de amistad, donde podemos saciar nuestra sed de existencia.

Escribir es una semilla, hablar su correspondencia : entre palabras vamos orillando trascendencias. Lo espiritual transforma, lo sagrado es memoria en el tiempo.

Todo es símbolo y posee un significado: la fuerza de la mente está en el alma. Entonces, ¿por qué escribo ? Porque el lenguaje se deshabita cuando nadie lo habita. El mundo se hace y se deshace en el vientre de una imagen. El verbo nombra y algo o alguien existe. Pero, ¿qué existe? Existe esa sensación de misterio que ronda nuestro imaginario. El ojo descubre, el sentimiento define y la mano crea para que algo o alguien viva : en definitiva, escribir es andar.

Dicen que los poetas llevan una Luna en sus pupilas y en cada bolsillo un espejo de galaxias. Van de camino en camino trenzando destinos, susurrando metáforas. Su mundo no es la realidad que las apariencias dejan traslucir : es el viento abrazado a la eternidad del alma. Para mí, un poeta es un pañuelo bordado de memorias.

En el Exilio de la Cigüeña traté de traducir los impulsos de mi conciencia en las cuatro estaciones : invierno, primavera, otoño y verano. Cada una es el reflejo metafórico de un ciclo de vida pleno de ausencias y presencias. " Sólo el poeta puede mirar lo que está lejos ", escribió Antonio Machado, así sobrevive la esperanza, el ayer y la noche, a la espera de un nuevo amanecer. Pero, ¿qué pasa cuando las cigüeñas dejan de viajar o de aportar lo recién nacido, que en la simbología imaginaria recrea toda existencia ? El grito del desarraigo invade vivencias. Las raíces se convierten en llagas al recuerdo. Sólo la poesía permanece como fuente de vida, más allá de toda muerte. Y el canto no es de desesperanza sino un himno de amor a lo humano, a los mitos perennes del Verbo.

El catedrático de la Universidad de la Sorbonne, Gilberto Olver de León, señala en uno de sus artículos que Del Rio transfigura su exilio para que perdure la belleza. El es el poema, porque sólo la metáfora en la piel sin olvido tiende a reencantar lo marchito.

Si escribir es hablar por los oídos del alma, todo exilio será creativo al ojo del sentimiento. Vencer dictaduras y dejar una huella impresa en los sentidos del universo, son los fundamentos esenciales de este poemario. Las cuatro estaciones se van sucediendo al ritmo de la memoria donde se abriga el verbo, única forma de decir no al olvido, porque olvidar es no haber existido.

Luis Del Río Donoso







INVIERNO
El exilio es una especie de largo insomnio
Victor Hugo

Cuánta piel se necesita para silenciar la ausencia
Cuánta ausencia para acallar el grito de la piel

El tiempo en el tiempo no es más vida
La existencia en la vida no es más eternidad

No sólo el calendario recuerda el paso de los días
Toda sensación es historia de nuestra historia

Sentir es arroparse de sentires. Vestirse de experiencias.
Ver más allá de lo que vemos cuando no viendo vemos

Las ausencias son reflejos de sentimientos
Habitando y deshabitando todo lo habitado

Nadie posee la llave de mi piel soñadora
Sólo memorias de mi memoria
Penetrando
Por la cerradura de mi tristeza.


Lo no dicho es aún indecible
De mi piel brota un grito atravesando la garganta

Afuera todo es fuego, llamarada en las llamas

Mi patria es una quimera más larga en la noche
La barca tarda tarda y no llega a la otra orilla
Mis fuegos continúan naufragando
En esta isla incógnita mi nombre llevando

No distingo los brazos que abrazaban
Los rostros amados en una foto arrugada
La luz muriendo al Norte de mi Sur
Sólo un suspiro sobrevive :
Es la experiencia silenciosa de lo que pudo ser

¿Cómo besan los que a la distancia se aman?
En el alfabeto de una almohada se esconde el misterio

Desesperado me acerco sin hacer ruido
Las horas son realidades en relojes sin tiempo
Pasando pasan en el léxico de otras horas
Vivencias se deslizan por la piel idealizada de mi piel
Todo tiene sentido en la sensualidad de tu sentido
Rujo como león enjaulado :
La noche
se acuesta
en el olvido.


Todo se laza y enlaza al azote de los días
La respiración de las horas es un alucinante soliloquio
Nada mide la mano temblorosa. Lo indeciso quema.
Todo pasa en la irrealidad real
Cenizas son las cartas que ayer fueron

La tierra tiembla cual vértigo asombrado
La espera no es partida es sólo espera :
Soledad sin compromiso
Mi soledad está comprometida no espera :
¡ Alguien salió de mí para quedarse !

Estoy aquí y estoy en todas partes donde está
Todo es pasado en mi presente sentido
Lejos, alguien parece ser alguien
Tiene nombre, tiene rostro, tiene amigos
Tiene todos los olvidos en su frente marchita
Sólo queda el río el agua las piedras del río
Sonando deslizándose
Como pañuelo de barcas olvidando olvidos

Todo instante aproxima dos soledades sensitivas :
Una es lo que parece ser existió
La otra existe en la ilusión de lo que pudo ser
La vida es decisión de posibilidades
En los desacuerdos existen acuerdos
Nada se detiene en la nada
Sólo el hálito misterioso de un asombro sin destino

La alucinación de las horas impide reinventarnos
Con ciertos muertos renace día a día otra palabra
Para morir necesitamos una ausencia de vida
Y desenlazar el perjurioso azote de los días.



La vida es una blasfemia
El tiempo mentira sin tiempo

De contradicción en contradicción se siembra la duda :
Somos el umbral de lo inexistente

Siempre golpeo la puerta del conocimiento :
Aprendo más en los brazos de la herida

Soy el abandono lleno de promesas

Toda promesa inventa futuros de promesas
Frases son sólo frases sin manos soñadoras

El hombre quebrado de vidas
Se viste de humano en los labios de la muerte

Enlazando puntos cardinales cicatriza la conciencia

Cae el mundo con sus Lunas con sus Soles
Sus Dioses aterrizando de tumba en tumba

En las cenizas observamos vértigos de sangre
Desamparos viven en el vientre de los vivos

De mis párpados nace una espiga de trigo :
¡Todo muere para volver a nacer !

La vida es una blasfemia
Más tarde o más temprano.


La sangre es la tinta de los sentimientos
Alguien sacude la memoria para que amanezca
Una palabra se revela en la comisura de los labios
Algo desea nacer para nombrar a alguien

No hay principio ni final en la cosecha sin siembra
¿Cómo describir sin haber sembrado la palabra?
El verbo es incógnito sin la tinta del alma
¡ Abro los ojos para sentir. Cierro los ojos para ver :
He ahí la memoria !

Manos de sueños escriben utopías
Nada detiene la imaginación imaginando
La palabra es un espejo en el susurro de mareas
Piedra e imagen son el centro del origen :
Nací para Ser en la tinta

Salí a buscar lo que me negaron
En cada trazo de continente una vocal
En cada muerte de existencia otra vocal
Y de camino en camino llegué al verbo
Y de verbo en verbo modelé las frases
Y de frase en frase esculpí la vida
Y de vida en vida descubrí los cadáveres

¿ Cuánto cadáver se necesitan para renacer ?
¿ Cuánto verbo para sentir lo que a veces somos ?
¿ Cuánta tinta para sembrar una memoria en la memoria ?

Alguien amanece en mi memoria :
Lo pasado pasa en este instante.


Para comprender los ecos escucho los silencios
Para ser en la ansiosa angustia de ser NO olvido

Toda realidad es lo que es
Lo que fue y será son puntos suspensivos

Para ser siendo en lo vivido callado callo callando
Entre silencios palabras murmuran destinos

Aquí llegué con la marca de los desesperados en los huesos

LLegué con las cenizas de un tiempo sin retorno
Buscando primaveras silenciadas

La muerte es un instante de vida

Vivo como testigo de las hogueras
Angustias me persiguen vestidas de uniformes

Voy sentado en ilusiones de existencia
Mientras cae la tarde a pedazos
Como caen mis historias de ausencias

Aquí llegué y nadie me esperaba
¿Quién soy para que alguien o algo me espere?
Nadie espera la marca de un desesperado en los huesos
Nadie espera el grito silencioso de un poeta sin olvido
Nadie espera a quien dicen no es nadie
¡ Pero nada llega
Sin la espera de algo
de alguien !

samedi 23 mai 2009

Reflexiones

A veces la vida es un suspiro de rosas negras,
una oreja de miradas más largas,
la fuerza de todo imposible...
A veces la vida es un ojo en mi memoria
donde percibo el sutil canto de los ausentes.
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Escribo
para dejar de ser ausencia

Imaginar imágenes vividas
y otras por vivir

Porque escribir
es recrear ausencias en presencias

Dibujar encuentros y desencuentros
con mi mano de memorias

Escribo
como una forma de sortilegios

Donde el Ángel de los Brujos
abre su magia al tejedor de verbos

Así las palabras
despertarán memorias y sueños

Escribo
para dejar de ser ausencia

Sentir que soy
Soñar que existo

Escribo
para alargar mi vida en sueños.
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J'écris
pour cesser d'être absent

Pour imaginer les images vécues
et celles qui me restent à vivre

Parce qu'écrire
c'est créer l'absence au présent

Dessiner des rencontres et des éloignements
avec la main de la mémoire

J'écris
pour vaincre un sortilège

Car l'Ange des Sorciers
offre sa magie au tisseur de verbes
et les mots
réveilleront les mémoires et les songes

J'écris
pour cesser d'être absent

Pour sentir que je suis
Pour rêver que j'existe

J'écris
pour prolonger ma vie dans les rêves
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Luis del Río Donoso,
Antología Poética-Bilingüe,
Ediciones La Porte/Éditions La Porte
128, rue Saint Maur, 75011 París, Francia